ARROYO DE LA ENCOMIENDA
Localidadespañola de la provincia de Valladolid perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla y León.
Gentilicio: Arroyanos
Fiestas de la localidad:
Población: aprox. 18.000 hab.
HISTORIA
Los restos arqueológicos de los periodos paleolítico y neolítico hallados en el termino municipal, prueban satisfactoriamente que Arroyo estuvo poblado en aquellos tiempos lejanos. Numerosos fragmentos de cerámica posterior, principalmente celtiberica y de época váccea de los siglos VI y I antes de Cristo, recuperados en las laderas donde están situados Arroyo y la Flecha, confirman la continuidad de Arroyo como morada del hombre. Restos de molinos circulares de mano, tegulas y cerámica sigilata romana, evidencian así mismo un enclave de los romanos desde que estos ocuparon la submeseta norte en el siglo I antes de Cristo, hasta la invasión de los bárbaros en la segunda década de la V centuria. De todas formas, la buena situación ecológica, estratégica y económica de Arroyo al paso de la gran vía natural de comunicaciones constituida desde siempre por los ríos Arlanzon-Pisuerga-Duero, tuvo gran importancia en la antigüedad por haber sido itinerario obligado de invasiones, razias, migraciones, ejércitos, repobladores del trafico mercantil y de cuantas culturas se adueñaron o irradiaron de la meseta. El poblado de Arroyo se consolida para el futuro de las armas cristianas de la Reconquista con la gran obra político militar de Alfonso III el magno (866-910), que es cuando se traza la línea defensiva de fortalezas entre Soria y Simancas, fijándose de esta manera la Extremadura de los albores de la Reconquista, es decir, el cinturón bélico y la frontera del Duero donde fue abatido el poderío musulmán del Califa Abderraman III y del gran caudillo Almanzor. Arroyo vivió en sus aledaños la Batalla de Simancas del año 939 donde el Rey Ramiro II de León derroto al referido Abderraman III logrando una victoria de resonancia europea para las armas cristianas. Arroyo sufrió también las devastaciones de Almanzor y su despoblación, como toda la comarca, cuando en la Batalla de Simancas del año 983 arraso la villa, pasó a cuchillo a la mayor parte de sus defensores y traslado los supervivientes a la España musulmana. El gran impulso recibido por la oscura villa de Valladolid con la llegada a la misma del Conde Pedro Ansurez, eclipsa en muchos aspectos y convierte en aldeas propias a los pueblos circundantes, entre ellos Arroyo. En el siglo XII, la Corona de Castilla cede su enclave realengo a la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén en calidad de “priorato y jurisdicción de la villa de Bamba y su Encomienda (Arroyo)” A finales del S.XII, la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, levanto la joya histórico-artística de la iglesia románica de Arroyo, uno de los escasos ejemplares de dicho estilo en la provincia de Valladolid. En el año 1217, Arroyo se convierte en campamento militar de la corona de León por los siguientes motivos: a la muerte de Alfonso VIII (1214), su hijo Enrique I le sucede en el trono de Castilla. Fallecido éste tres años mas tarde, hereda el reino su hermana Doña Berenguela, cuyo matrimonio con el monarca de León Alfonso IX fue anulado por el Papa Inocencio III debido al parentesco entre dichos consortes. En la ceremonia de la proclamación de Doña Urraca como reina, esta renuncio a la corona en honor de su hijo Fernando III el Santo, quien fue aclamado rey de Castilla en aquel acto celebrado en Valladolid el día 1 de Julio del 1217. Contrariado el rey de León por lo sucedido, acaricio la idea de proclamarse emperador y ceñirse la corona de Castilla y León. Tres días después, Alfonso IX convirtió la localidad de Arroyo en el campamento militar de su poderoso ejercito que pretendía revocar y anular la proclamación aludida. Doña Berenguela, sobresaltada por la proximidad de tantas tropas, envió a su ex-marido los Obispos de Burgos y Segovia para exhortarle a la paz, pero rechazo toda suerte de propuestas. Seguidamente el rey de León cruzó parte de Castilla, llego hasta Burgos y fracasado en sus aspiraciones, se reintegro en su reinado sin mas resultados que el modesto botín arrebatado por sus soldados en los pueblos indefensos. Los predios de Arroyo se convirtieron de nuevo en campamento militar, esta vez de las tropas comuneras de Castilla, a comienzos de febrero del año 1521. Resulto que Juan de Padilla ocupó la Capitanía de dichas fuerzas cuando Pedro Girón abandonó la causa de las comunidades. Laso de la Vega, sintiéndose herido y relegado con tal hecho, entabló relaciones con el Gobierno de los imperiales y determinó entrevistarse con estos, a fin de establecer la paz, en Tordesillas y el contiguo Monasterio Jerónimo de Nuestra Señora de Prado, cuyo patrimonio era, en aquel entonces, una gran parte del termino de Arroyo. Padilla secundado por el Obispo Acuña, Bravo y Maldonado, se opuso radicalmente a que se llevaran a efecto dichos propósitos y, saliendo de Valladolid con su ejercito, se afincó en los predios de Arroyo y frustró la entrevista proyectada por Laso de la Vega. También cabe aludir a “La Francesada” donde el guerrillero Saornil y sus partidas se sirvieron, en ocasiones de Arroyo y las cimas de su término para vigilar y hostigar los pasos de soldados y de convoyes franceses. Por la razón aludida, en la noche del día 12 de diciembre del año 1811, un pelotón de fuerzas francesas se presento en la villa y estimando que en la Casa Prioral se ocultaba una partida de guerrilleros, abrió fuego con sus armas sobre la misma y la redujo a cenizas llevándose al sacerdote, preso y desnudo a la cárcel de la Chancillería de Valladolid.
ARTE EN LA LOCALIDAD
IGLESIA DE SAN JUAN EVANGELISTA ANTE PORTA LATINA(ARROYO)
Esta joya del románico consta de una sola nave con cuatro tramos y cubierta por bóveda de medio cañón. El ábside semicircular de su cabecera, tiene bóveda de cuarto de esfera y tres vanos en forma de saeteras, abocinados hacia el interior para desparramar la luz y dar mayor luminosidad al templo. Una vistosa espadaña-campanario remata el muro de los pies de la iglesia. Su magnifica portada con columnas, capiteles, arquivoltas y tejado, bellamente ornamentado, se abre en el paramento del lado del Evangelio. El exterior del Templo esta realzado y engalanado con cenefas de taqueado jaqués en las líneas de impostas, por la ornamentación de bolas, dientes de sierra y puntas de diamante en el extradós de los arcos de medio punto y por variedad de relieves en capiteles y canecillos, sobre los cuales descansan los aleros de tejados, etc...